Una situación que nadie quisiera vivir. Son Heung-Min, principal figura de Corea del Sur, terminó llorando tras la derrota de su selección ante México y que los deja casi eliminados en el Mundial Rusia 2018. Sin embargo, ese lamento se dio por algo más allá del resultado.
Según informó ESPN, en Corea del Sur todos los ciudadanos de entre 18 y 35 años deben pasar por el servicio militar obligatorio durante dos años. Son Heung-Min, pese a jugar en el Tottenham de Inglaterra, no tiene ninguna excepción y tendría que suspender su carrera en el fútbol para enrolarse a las fuerzas armadas.
En caso de negarse a hacer este entrenamiento militar Son podría ser encarcelado por dos años. Otros de los miedos del futbolista es la dureza de este régimen, que tiene lugar en medio del conflicto político y militar contra Corea del Norte. Las autolesiones de los jóvenes para evitarlo son tan comunes como el maltrato que viven dentro de los centros de reclutamiento.
La única condición que ponen las autoridades de Corea del Sur para exonerar a los jóvenes es lograr un éxito representando deportivamente al país. Por eso es importante para Son, y todos sus compañeros que están en la misma situación, lograr la clasificación a octavos de final de Rusia 2018.
Corea del Sur tiene 0 puntos en dos partidos, pero aún tiene posibilidades de pasar tras la victoria de Alemania ante Suecia. Los equipos europeos apenas tienen 3 unidades.
Sí, las chances matemáticas todavía están, pero necesitan de un milagro para clasificar a octavos. En la última fecha deben golear a Alemania por un marcador de 3 a 0 y esperar a que México derrote a Suecia para pasar.
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